miércoles, 7 de octubre de 2015

El plan de pensamiento computacional: ¿una necesidad compensadora?

Como primera actividad del #MOOC de Educalab al que me he inscrito sobre cómo se puede introducir el Pensamiento Computacional y la Robótica en las aulas, me invitan a abrir, y retomo con una gran motivación, un blog que sirva de portfolio para las actividades que iré realizando a lo largo del mismo. Lejos queda ya mi primera inmersión en el mundo de los blogs sobre educación y lenguaje...

Mi primera entrada me invita a plantearme si realmente merece la pena integrar, con todo el esfuerzo didáctico y reflexivo que ello conlleva, el pensamiento computacional en el currículo de la educación reglada, incluso desde los primeros cursos.

Casi cualquier estructura de la vida social puede asociarse con un sistema (ya sean las familias, la economía o las redes humanas), con entradas, salidas y procedimientos realimentados que técnicamente son idénticos a los algoritmos que se usan en cualquieras de las formas de computación usadas.

Ante cualquier problema o situación en la vida es bueno comprender cuáles son las variables y constantes que intervienen, y en qué formas están relacionadas e interaccionan.

Tener una actitud crítica y creativa, sabiendo separar "la paja del polvo", entrenando la capacitación para simplificar una explicación "en lenguaje natural" a una estructura lógica de condiciones, iteraciones y construcciones funcionales, y separando todo esto de la información superficial que no aporta nada al discurso o incluso que pueda estar siendo usada de una forma falaz o malintencionada.

Saber que si un todo funciona, puede a su vez ser utilizado (pasándolo a un objeto de caja cerrada), como una pieza para, de forma colaborativa, construir un todo mayor, con una funcionalidad más compleja, generando en el alumnado la necesidad de usar, aunque sea de una forma inconsciente, distintos niveles de abstracción incluso en materias que nada tienen que ver con la tecnología, o incluso con las ciencias.

Por último, y centrándome un poco más en las asignaturas científico-tecnológicas, además de por las características antes mencionadas, entran en juego otros posibles cambios curriculares específicos. En un mundo en el que las TICs abarcan casi la totalidad de las facetas de la vida, cabe plantearse si la aritmética del lápiz y papel, con algoritmos iterativos (multiplicación en escalón o división euclidea, por ejemplo), basados en tablas memorísticas y tan separados de los conceptos geométricos que representan, deben seguir siendo la base principal en la enseñanza de la matemática, o deben considerarse las tablas de multiplicar como "Los Reyes Godos de las Matemáticas".